Renting flexible vs. compra de flotas: ¿cuál es la mejor opción para tu empresa?

A la hora de gestionar la movilidad de una empresa, surge una pregunta clave: ¿es mejor comprar una flota de vehículos o apostar por el renting flexible? Ambas opciones tienen ventajas y desventajas dependiendo del tamaño de la empresa, la previsión de crecimiento y la necesidad de adaptación a cambios en el negocio.

En este artículo, analizamos las diferencias entre el renting flexible y la compra de flotas para ayudarte a tomar la mejor decisión según las necesidades de tu empresa.

1. Inversión inicial: ¿capital inmovilizado o pago por uso?

Uno de los factores más importantes a considerar es el impacto financiero de cada opción.

  • Compra de flotas:
    • Requiere una gran inversión inicial en la adquisición de los vehículos.
    • Inmoviliza capital que podría destinarse a otras áreas del negocio.
    • Los vehículos son un activo que se deprecia con el tiempo.
  • Renting flexible:
    • No requiere una inversión inicial elevada.
    • Permite pagar solo por el uso de los vehículos, sin compromisos a largo plazo.
    • Se evitan costes asociados a la compra, como matriculación, impuestos y seguros.

Conclusión: Si la empresa quiere mantener su liquidez y no inmovilizar capital, el renting flexible es una opción más rentable.

2. Costes de mantenimiento y reparaciones

El mantenimiento de la flota es otro punto clave en la toma de decisiones.

  • Compra de flotas:
    • La empresa es responsable de todos los gastos de mantenimiento y reparaciones.
    • Los costes pueden aumentar con el tiempo debido al desgaste de los vehículos.
    • Hay que gestionar revisiones periódicas, seguros y asistencia en carretera.
  • Renting flexible:
    • Incluye mantenimiento, reparaciones, asistencia en carretera y seguro en la cuota mensual.
    • Se eliminan imprevistos por averías y se facilita la gestión administrativa.
    • La empresa no asume el riesgo de averías costosas fuera de garantía.

Conclusión: El renting flexible ofrece una mayor previsibilidad de costes y menos carga administrativa en la gestión de la flota.

3. Flexibilidad y adaptación a la demanda

Las necesidades de movilidad de una empresa pueden cambiar por estacionalidad, expansión o reducción de actividad.

  • Compra de flotas:
    • Es una inversión fija que no permite ajustar rápidamente la cantidad de vehículos.
    • Si la empresa necesita más vehículos, debe realizar una nueva compra o financiación.
    • Si hay vehículos en desuso, pueden generar costes innecesarios.
  • Renting flexible:
    • Permite ampliar o reducir la flota según las necesidades sin penalizaciones.
    • Se pueden elegir diferentes modelos según la demanda del negocio.
    • Ideal para empresas con fluctuaciones en la movilidad o en sectores con alta variabilidad.

Conclusión: Si la empresa requiere una flota adaptable y sin compromisos a largo plazo, el renting flexible es la mejor opción.

4. Fiscalidad y contabilidad

El impacto fiscal y la contabilidad también son aspectos a considerar en la elección entre compra y renting.

  • Compra de flotas:
    • Los vehículos aparecen como activos en el balance contable.
    • Se pueden amortizar fiscalmente, pero la deducción es a largo plazo.
    • La empresa debe asumir los impuestos de circulación y matriculación.
  • Renting flexible:
    • Se considera un gasto deducible, lo que reduce la base imponible del Impuesto de Sociedades.
    • No genera inmovilización de activos, lo que mejora la capacidad financiera.
    • Se evitan costes de matriculación e impuestos asociados.

Conclusión: El renting flexible es más beneficioso fiscalmente para empresas que buscan optimizar su carga tributaria.

5. Renovación y acceso a vehículos más modernos

El avance tecnológico y las normativas ambientales pueden hacer que una flota se vuelva obsoleta rápidamente.

  • Compra de flotas:
    • Los vehículos comprados se devalúan con el tiempo.
    • Renovar la flota implica vender los vehículos antiguos y realizar nuevas inversiones.
    • Puede ser complicado adaptarse a normativas medioambientales sin un alto coste.
  • Renting flexible:
    • Permite acceder siempre a vehículos nuevos y más eficientes.
    • Se pueden elegir modelos híbridos o eléctricos sin riesgo de depreciación.
    • Ideal para empresas que quieren renovar su flota constantemente sin grandes inversiones.

Conclusión: Si la empresa busca mantenerse actualizada con las últimas tecnologías, el renting flexible es la mejor alternativa.

Conclusión: ¿qué opción es mejor para tu empresa?

La elección entre compra de flotas y renting flexible depende de las necesidades específicas de cada empresa:

Compra de flotas si:

  • La empresa prefiere ser propietaria de los vehículos.
  • Se tiene capacidad financiera para asumir la inversión inicial.
  • No se necesita cambiar o ampliar la flota con frecuencia.

Renting flexible si:

  • Se busca optimizar costes sin inversión inicial.
  • Se necesita flexibilidad para aumentar o reducir la flota según la demanda.
  • Se quiere una solución todo incluido (mantenimiento, seguro y asistencia) sin gastos inesperados.
  • Se prefiere acceder siempre a vehículos nuevos y eficientes sin preocuparse por su depreciación.

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