
La movilidad eléctrica avanza, pero también trae riesgos que no podemos ignorar. Según Tecnifuego, la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, en los últimos meses, varios incendios de coches eléctricos en parkings han encendido las alarmas, y no es casualidad.
Las baterías de litio almacenan muchísima energía. Bajo ciertas condiciones —como un golpe, una sobrecarga o un defecto— pueden sufrir lo que se llama “embalamiento térmico”: un aumento incontrolado de temperatura que libera gases inflamables y puede acabar en un incendio.
Cuando esto ocurre, las temperaturas pueden superar los 1.000 grados, y se liberan gases tóxicos que no aparecen en un incendio de un coche de gasolina, por ejemplo. Además, incluso tras apagarse, la batería puede volver a incendiarse. Por eso, son especialmente peligrosos en espacios cerrados como garajes cerrados o subterráneos.
¿Significa esto que debes dejar de confiar en tu coche eléctrico? En absoluto. Solo hay que ser conscientes y tomar precauciones: cargar en lugares seguros, no sobrecargar la batería, vigilar posibles daños y mantener las revisiones al día.
Y, como siempre, contar con una buena póliza adaptada a estos nuevos riesgos. Como corredores, te asesoramos para que tu seguro esté preparado para esta nueva movilidad.
Porque moverte seguro no es solo llegar a tu destino. Es también saber que pase lo que pase, tú y tu vehículo eléctrico estéis bien protegidos.