
Los devastadores incendios de Los Ángeles nos dejan una lección que trasciende fronteras: cuando el fuego llega, no pide permiso. Con pérdidas aseguradas que podrían alcanzar los 30.000 millones de dólares y más de 100.000 personas evacuadas, esta catástrofe nos enseña que la diferencia entre perderlo todo y poder empezar de nuevo está, además de la prevención, en contar con un seguro adecuado.
Aunque incendios de esta magnitud son menos frecuentes en España, la pregunta del millón es: ¿sabes cómo actuaría tu seguro si el fuego llamara a tu puerta?
Ante un incendio, un buen seguro se pone inmediatamente en marcha. Lo primero es atender a las personas: realojamiento temporal para los afectados mientras los peritos evalúan los daños. Su trabajo es fundamental para calcular las indemnizaciones necesarias, tanto para la reconstrucción como para compensar a todos los perjudicados.
Y la siguiente pregunta es: ¿qué debes tener en cuenta al asegurar tu hogar?
La clave está en el capital asegurado. Es como hacer la lista de la compra: si te dejas algo, luego falta. Necesitas cubrir el valor real tanto del continente (la estructura) como del contenido (tus pertenencias). ¡Sin infravalorar! El infraseguro es uno de los mayores peligros con los que nos encontramos en los seguros de hogar: declarar menos valor del real por ahorrar unos euros puede convertirse en tu peor pesadilla si ocurre un siniestro como un incendio en el que lo pierdes todo.
Además, tu seguro debería incluir:
- Amplia cobertura de responsabilidad civil que se haga cargo de las indemnizaciones a terceros, que pueden llegar a ser muy elevadas.
- Defensa jurídica para reclamaciones de daños y perjuicios.
- Gastos de demolición y desescombro
- Daños por humo y agua de extinción
No nos cansamos de repetirlo: cualquiera puede sufrir un percance, pero está en tu mano minimizar sus consecuencias. Revisa con nosotros tu póliza. Porque cuando el fuego llega, ya es tarde para lamentarse por no estar correctamente asegurado.